Nuestra población mundial padece en más del 25 % de sus habitantes cifras tensionales elevadas y no saludables.

Esto ocurre desde la mediana edad hasta la población de mayor rango etario y sorprendentemente en nuestros adolescentes, quienes cada vez se presentan en forma más prevalentes.

Todos los esfuerzos realizados hasta ahora no han sido lo necesariamente eficacientes que se esperaban; en consecuencia, existen varios ítems en la prevención y tratamiento que motivan a este fracaso y que vale la pena repasar:

• La buena relación médico-paciente suele ser uno de ellos: pues es el Profesional quien conocerá los hábitos y aplicará consejos por mucho tiempo en la vida del paciente. Así, pues la visita periódica será mucho más amena, fácil y placentera si su relación es óptima.
• La hipertensión continúa representando una de las primeras causas de morbi-mortalidad del mundo con los costos materiales y humanos que esto implica.
• Además, es uno de los primeros y principales factores de riesgos para las enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y renales.
• El 50 % de los pacientes que están en tratamiento de diálisis tienen antecedentes de hipertensión arterial.
• En la enfermedad arterial coronaria, el control y seguimiento de las cifras tensionales debe ser óptimo como la prevención secundaria para disminuir la tasa de eventos de manera eficiente, disminuyendo de esta manera la recaída en internación o mortalidad.

A pesar que esto se conoce y que se han dedicados grandes esfuerzos en los últimos 50 años para detectar y controlar estos enfermos, el resultado del “combate” no refleja en sus logros la energía puesta en las medidas adoptadas; tanto en los pacientes con solo hipertensión, como en los pacientes con enfermedad coronaria.

Prevención y tratamiento:

Existen datos muy concluyentes que nos indican que tratar con medicamentos en asociaciones fijas de más de una droga mejora la adherencia al mismo. Es de esta manera que abordamos el tratamiento de una enfermedad, que es en su base poligénica, es decir determinada por mas de un gen en la predisposición, con menos comprimidos por día de tratamiento.

Es así en consecuencia, que las asociaciones de medicamentos pueden ser de numerosos tipos, no obstante algunas parecen ser más indicadas que otras por la razonabilidad de su mecanismo de acción.

Por supuesto que no debemos dejar de repetir que ningún tratamiento es coherente sino se acompaña de cambios en el estilo de vida: hábitos saludables; dieta; control del peso; del colesterol; de diabetes si la tiene. Cada una de estas “batallas” ayuda a conseguir el éxito del “combate”.

Recuerde que una vez que se le detecta en más de tres oportunidades cifras de 140 / 90 mmHg, no caben dudas que su riesgo de padecer enfermedades cerebro-cardiovasculares y renales es mayor que el resto de la población.

Prueba de tensión arterial:

Esta tensión arterial debe ser tomada con usted sentado durante unos minutos de tranquilidad, posición cómoda, espalda con apoyo y brazo extendido sin tensión ni esfuerzo; el puño no debe estar cerrado y puede existir una diferencia entre ambos brazos siempre tomando como referencia el que dio con cifras más elevadas.

Por eso la consulta temprana, la concientización personal y del grupo familiar hace la base del éxito de cualquier tratamiento.

Cada éxito en las modificación de algunos de los factores “gatillos” de la predisposición genética (tenga presente que un hijo de cada tres con progenitor hipertenso lo será, como dos de tres si ambos padres son hipertensos) retrasará la necesidad de comenzar el tratamiento farmacológico.