La clave de las mujeres que lucen más jóvenes podría no ser el uso de cremas o caros tratamientos cosmetológicos, simplemente podría ser su buen dormir.
En un trabajo clínico reciente, investigadores de distintos hospitales universitarios, demostraron que la calidad del sueño impacta sobre el funcionamiento de la piel y su envejecimiento.
Las mujeres que duermen mal tenían mayores signos de envejecimiento de la piel y se recuperaban lentamente luego de enfrentarse a una variedad de estresores medioambientales como la disrupción de la barrera de la piel o las radiaciones ultravioletas. Dichas mujeres, con sueño de mala calidad, también tenían bajos scores de autovaloración de su propia apariencia facial.
El equipo de investigación, liderado por la Dra. Elma Baron, demuestra de manera contundente que un sueño inadecuado se correlaciona con menor salud cutánea y envejecimiento. Las mujeres privadas de sueño mostraron signos de envejecimiento cutáneo prematuro y una menor capacidad de su piel de recuperarse luego de la exposición solar.
El sueño insuficiente se ha vuelto una epidemia mundial. Mientras que la privación de sueño crónica de sueño se ha relacionado con problemas médicos como obesidad, diabetes, síndrome metabólico, cáncer, deficiencias inmunes y cognitivas, su efecto sobre la piel, no había sido investigado previamente. La piel tiene una importante función de barrera de estresores externos como tóxicos medioambientales y daños del ADN inducidos por el sol.
El estudio incluyó 60 mujeres premenopáusicas entre 30 y 50 años, teniendo la mitad de las participantes un sueño de mala calidad.
La valoración del sueño se realizó en base al cuestionario de calidad de sueño de Pittsburgh (PSQI) y las participantes llenaron un diario de sueño durante una semana para cuantificar la duración del mismo. El estudio incluyó una evaluación visual de la piel y la participación en distintos tests no invasivos que incluyeron la exposición a los rayos UV y a la disrupción de la barrera cutánea.
Las mujeres con mala calidad de sueño mostraron mayor envejecimiento intrínseco de la piel , incluyendo signos como la presencia de arrugas finas, pigmentación, adelgazamiento cutáneo y menor elasticidad.
Los investigadores hallaron también que las mujeres que dormían bien se recuperaban más eficientemente de estresores como la exposición solar, en promedio en un 30 %.
Adicionalmente las mujeres con mala calidad de sueño tenían más probabilidades de tener un índice de masa corporal (BMI) mayor, 23% de las mujeres que dormían bien eran obesas en comparación con un 44% de las que dormían mal.
No es de sorprender que las mujeres que tenían una buena calidad de sueño se auto percibieran más atractivas.
Fuente: American Academy of Sleep Medicine
Temas
Alentamos su participación a través de los comentarios en nuestro blog. De todos modos, no podemos brindar una opinión médica de un caso en particular, sin una consulta personal con un profesional que analice al paciente. Si usted tiene preguntas relacionadas con síntomas específicos, le recomendamos solicitar un turno con un especialista.
Dejá tu comentario