Nos acercamos al verano y nos encontramos más expuestos al sol. Entonces nos preocupamos por nuestra piel. Sin embargo, todo el año tenemos que brindarle nuestra atención. Por ello te acercamos, en esta oportunidad, todo lo que tenés que saber sobre esta enfermedad, cómo prevenirla y detectarla a tiempo.
De los diferentes tipos de tumores de piel, el Melanoma es la forma más peligrosa, ya que si no se trata su pronóstico es grave por la alta capacidad de generar metástasis (es decir la posibilidad de desarrollar la enfermedad en otras partes del cuerpo distintas al de origen).
Se trata de una proliferación neoplásica maligna de origen melanocítica que puede originarse en piel y mucosas y con menor frecuencia en retina, sistema nervioso central, mesenterio y oído interno.
En las últimas décadas se ha incrementado su incidencia en el mundo, más que cualquier otro tipo de tumor, en especial en la población de raza blanca.
La exposición solar se considera el principal factor desencadenante, también existen casos familiares determinados genéticamente. Entre los factores de riesgo se encuentran:
- Pieles claras con tendencia a quemarse por el sol (fototipos I y II), cabellos rubios o pelirrojos, color claro de ojos y tendencia a desarrollar pecas.
- Dificultad para broncearse.
- Haber recibido exposiciones solares intensas de tipo intermitentes, con quemaduras y ampollas, especialmente en la infancia y en la adolescencia.
- Fotoprotección inadecuada.
- Cama solar o tratamientos fototerapéuticos previos.
- Adultos mayores con ligero predominio en varones.
- Piel con daño actínico.
- Historia personal o familiar de melanoma.
- Otros cánceres cutáneos: Carcinomas basocelular y espinocelular.
- Múltiples nevus (lunares) melanocíticos.
- Nevus displásicos.
- Nevus melanocíticos congénitos gigantes.
- Inmunosupresión.
- Xeroderma pigmentoso. Síndrome de nevus displásico. Nevus azul / de Otta. Nevus spilus gigante.
“La exposición solar se considera el principal factor desencadenante”.
Tipos de Melanomas
Se clasifican en cuatro variedades principales:
- MLM (melanoma lentigo maligno), de evolución lenta, está relacionado con la exposición crónica al sol, se localiza en zonas expuestas y afecta a individuos de edad avanzada.
- MES (melanoma extensivo superficial), es el más frecuente, afecta a individuos de edad media, localizándose en espalda en hombres y en piernas en mujeres.
- MAL (melanoma acrolentiginoso), afecta principalmente a personas en la sexta década de la vida y se localiza en palmas, plantas, dedos de manos y pies, región subungueal, mucosa anal, genital y bucal.
- MN (melanoma nodular) crece rápidamente en profundidad afecta a personas entre la quinta y sexta década de la vida localizándose en cabeza, cuello y tronco.
¿Cómo detectarlo?
El melanoma pude aparecer sobre piel previamente sana o a partir de un lunar que se modifica. Para saber cuando la apariencia es sospechosa existe una regla denominada ABCDE, donde:
- Asimetría, es decir una mitad es diferente a la otra.
- Bordes irregulares, festoneados o no definidos.
- Color variabilidad de una zona a otra (tonos bronce, café, negro o a veces blanco, rojo y azul).
- Diámetro mayor de 6 mm.
- Evolución, cambios en términos de tamaño, forma y color.
En las primeras etapas puede no presentar síntomas pero a veces se acompaña de picazón, sangrado y dolor. Por ello, cuando un lunar es asimétrico, con bordes irregulares toma una coloración muy oscura y aumenta su diámetro, se debe consultar al dermatólogo, quién con la clínica, la dermatoscopía digital y la histopatología confirmará el diagnóstico.
El melanoma es un cáncer potencialmente curable si es diagnosticado precozmente y recibe tratamiento adecuado.
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