El melanoma es un tipo de cáncer de piel, uno de los más agresivos ya que progresa rápidamente, y con frecuencia el diagnóstico no se obtiene a tiempo. Las cifras hablan por sí mismas: en el mundo hay cada vez más pacientes que lo padecen y, lamentablemente, la mortalidad por melanoma ha ido en aumento en muchos países, especialmente en las poblaciones de raza blanca. ¿Los motivos? No existe todavía una conciencia generalizada sobre los riegos de exponernos al sol sin protección, ni la habitualidad de visitar a un especialista una vez por año para realizar un control de los lunares.

La contrapartida es que, detectado a tiempo, el melanoma es generalmente curable: al iniciar un tratamiento en un estadío temprano, las posibilidades de una mejor respuesta son mucho más altas. Este debiera ser el principal objetivo de médicos e instituciones de salud: promover el diagnóstico precoz.

Lo que debemos saber sobre prevención del melanoma

En primer lugar, hay varios factores a los que debemos prestar atención y hábitos que son importantes:

• Control periódico de los lunares: Prestar atención a la forma de los lunares (aquellos con bordes irregulares, bordes difusos o borrosos) o si alguno cambio su apariencia en el último tiempo, especialmente en su color.
• Exposición cautelosa al sol: Siempre con protección solar y en los horarios alejados del mediodía, donde la radiación es más fuerte. El uso de camas solares no está recomendado.
• Conocer los antecedentes familiares: Como en otros tipos de cáncer, conocer la existencia de familiares que hayan padecido melanoma, sirve para tomar las medidas necesarias de prevención.

¿Pero qué pasa con los casos avanzados?

Cuando el diagnóstico se realiza una vez que la enfermedad progresó, se denomina melonama avanzado o metastásico. Es la forma más grave de la enfermedad, y ocurre cuando el cáncer que estaba localizado en la piel se extiende a otros órganos como los pulmones, el cerebro u otras áreas del cuerpo. Si bien el organismo tiene un sistema inmunológico (un “ejército” de glóbulos blancos, células, tejidos y órganos que protegen al cuerpo de todo lo que lo ataque -virus, bacterias y células malignas-), a veces algunas de estas células malignas son capaces de evadir la vigilancia del sistema inmunológico, permitiendo así el desarrollo de tumores.

Durante décadas, el melanoma metastásico ha sido considerado de difícil tratamiento. Hoy podemos ser más optimistas, por un lado gracias a que existen organizaciones que desarrollan campañas de concientización, y por el otro gracias al avance de la ciencia que nos permite contar con noticias alentadoras. Las primeras en diez años.

Nuevo medicamento para tratar el melanoma avanzado

Recientemente, se aprobó en nuestro país el uso de una nueva medicación para el tratamiento de pacientes con melanoma avanzado. Se trata de ipilimumab, el primer medicamento en mucho tiempo que demostró, en estudios clínicos a nivel mundial, prolongar la vida de las personas con este tipo de cáncer en su etapa más avanzada.

Ipilimumab es un producto desarrollado gracias a la biotecnología, una nueva ciencia que combina todos los conocimientos que el mundo está adquiriendo sobre el funcionamiento de los genes y otras células del cuerpo y que permite desarrollar medicamentos para combatir las enfermedades de manera más selectiva y eficaz. En el caso de ipilimumab, esta nueva droga estimula al sistema inmunológico para ayudar al propio cuerpo a reconocer cuáles son las células malignas y luchar, así, contra ellas.

De la mano de la educación y la información (cuidarnos y realizar los controles periódicos) y del avance de la ciencia es que ganaremos el desafío que hoy plantea el melanoma, tanto a los pacientes como a la comunidad médica.

Diagnóstico a tiempo… sinónimo de vida. La consulta al médico sigue siendo el pilar fundamental para el diagnóstico precoz.

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