La radioterapia es un tratamiento que utiliza las radiaciones ionizantes, para eliminar o encoger los tumores. En el cáncer de cuello uterino, se utiliza básicamente en dos circunstancias:
- Después de la cirugía, para disminuir las probabilidades de recaída local. Esto ocurre en estadios tempranos y se denomina Radioterapia Adyuvante.
- Como tratamiento principal y de elección en estadios más avanzados o cuando los pacientes no son candidatos a cirugía. Cuando esto ocurre, en general y si la situación clínica lo permite, se acompaña de quimioterapia, que actúa como sensibilizante para potenciar la radiación, esto se denomina Quimioradioterapia concurrente.
En el tratamiento del cáncer de cuello uterino se utilizan generalmente dos modalidades de Radioterapia.
La modalidad más habitual, denominada Radioterapia Externa o Teleradioterapia, es aquella en la que la fuente de irradiación está a cierta distancia del paciente en equipos de grandes dimensiones, como son el Acelerador lineal de electrones y la Unidad de Cobalto. Los pacientes acuden diariamente de forma ambulatoria por un período variable de tiempo según las características de la enfermedad.
La segunda modalidad es la Braquiterapia. Este término deriva del Griego que significa “corto”, es el tratamiento que consiste en la colocación de fuentes radiactivas encapsuladas dentro o en la proximidad de un tumor (distancia «corta» entre el volumen a tratar y la fuente radiactiva). Se utilizan materiales en forma de semillas, alambres o tubos. Entregan dosis conocidas de radiación en un tiempo determinado en un volumen bien delimitado. Se introducen en intersticios o cavidades. Los más utilizados son: iridio, cesio, etc.
La Braquiterapia puede ser de Baja Tasa de Dosis (LDR) o de Alta Tasa de dosis (HDR). La braquiterapia LDR se completa en unos días, durante ese tiempo, la paciente permanece internada, acostada con instrumentos que mantienen el material radiactivo en el lugar y quieta para que los mismos no se desplacen. En cambio, con la braquiterapia HDR, el material radioactivo se inserta unos minutos en forma ambulatoria, en 3 a 6 sesiones, no necesitándose internación ni posiciones incómodas prolongadas.
Los síntomas que pueden aparecer durante el tratamiento de radioterapia externa son aumento de frecuencia urinaria, necesidad urinaria imperiosa, heces más blandas, deposiciones más frecuentes o diarrea, dolor abdominal de tipo cólico. En algunas circunstancias puede haber irritación o molestias en vulva y vagina. Los radioterapeutas cuentan con medicación para aliviar satisfactoriamente todos los síntomas que se van presentando y de esta forma permitir que la paciente pueda completar el tratamiento sin molestias de jerarquía.
Actualmente se cuenta con buenas herramientas de prevención de esta afección pero su incidencia no ha disminuido significativamente. No obstante, resulta importante señalar que en aquellos casos en que los mecanismos de prevención fracasan, la radioterapia externa y/ó la braquiterapia resultan de gran utilidad en el tratamiento del cáncer de cuello uterino, con escasa presentación de efectos secundarios y fácil y eficaz manejo de los mismos.
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