La cirugía bariátrica no está exenta de riesgos. Por ello, los estudios preoperatorios permiten evaluar y tomar las precauciones adecuadas a fin de transitar solamente por el denominado riesgo permitido, que es aquel mínimo que uno corre a fin de obtener un beneficio.
La evaluación adecuada preoperatoria del paciente, sumado al entrenamiento del equipo de profesionales intervinientes y al uso de elementos adecuados, transforman el riesgo de las operaciones bariátricas en mucho menor que el que tienen los obesos por esta condición en si misma si no se les da una solución adecuada a este problema.
¿Cuáles son los principales riesgos de la cirugía Bariátrica?
Cuando hablamos de riesgos, debemos dividirlos a estos en dos categorías. Por un lado están los riesgos propios de una intervención quirúrgica realizada bajo anestesia general, que se basan fundamentalmente en el sustrato de quien vamos a operar: un paciente obeso y enfermo. Éste paciente es considerado de riesgo para cualquier procedimiento quirúrgico, si no se toman los recaudos necesarios. Sin embargo, al tratarse la cirugía Bariátrica de un procedimiento programado, el paciente llega al quirófano muy preparado, y con un tratamiento previo que minimiza los riegos.
Hay una segunda categoría de riesgos, que tienen que ver con este tipo de cirugía en si (bariátrica), pero éstos son de los más bajos dentro del área de las “cirugías mayores digestivas”. Como ésta es una cirugía que se realiza mucho en la actualidad, los especialistas han adquirido una gran experiencia y eso disminuye las complicaciones. Los riegos posibles se asocian a la filtración, a la pérdida de material de líquido intestinal o gástrico fruto de un escape de contenido gástrico o intestinal por la línea de sutura, el sangrado, existiendo otras complicaciones que se presentan en menor frecuencia.
También es importante destacar que si uno compara los riegos de mortalidad por la cirugía frente a los riesgos de mortalidad por la prevalencia de la obesidad, según estudios poblacionales bien diseñados, mueren más pacientes a causa de la obesidad y las enfermedades vinculadas, que por la cirugía.
Sin duda la tasa de complicaciones de la cirugía bariátrica de hace 20 años, con técnica tradicional no es la misma que la de hoy, basada en el conocimiento de nuevas técnicas menos invasivas, incisiones pequeñas, menos infecciones en heridas, menos hernias, tiempos de cirugía cortos, con movilización precoz. La técnica laparoscópica requiere de 4 o 5 incisiones de no más de un centímetro.
¿Qué porcentaje de éxito tiene la cirugía?
Cuando hablamos de éxito de la cirugía bariátrica, debemos dividirlo en dos grandes puntos: la pérdida de peso y la reversión de enfermedades asociadas a la obesidad que tiene el paciente (co-morbilidades).
Con respecto a la pérdida de peso, la forma en la que lo evaluamos es en base al exceso de peso que tiene el paciente, y cuánto de ese exceso pierde tras la cirugía. En primer lugar determinamos cuál sería el peso ideal del paciente y a partir de ese dato medimos cuál es el grado de sobrepeso. El 50% de reducción de ese exceso de peso, como mínimo, es el punto de corte para decir que la cirugía dio resultados. A partir de ese piso se pueden obtener resultados buenos, muy buenos y excelentes. Estadísticamente el paciente promedio baja entre el 50 y el 90% de exceso de peso, y eso lo logra entre un 70% y un 80% de los pacientes operados. O sea que hasta un 80% de los pacientes logra bajar por lo menos un 50% del exceso de peso. El otro elemento que podemos medir es de qué manera la cirugía redujo no sólo el sobrepeso sino también la incidencia de enfermedades asociadas a la obesidad.
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