El cáncer de colon es muy frecuente en nuestro medio y el número de casos diagnosticados se incrementa especialmente en países industrializados, con cambios en los estilos de vida y prolongación de las expectativas de vida.
La incidencia es similar en ambos sexos y predomina después de los 50 años. En los varones, ocupa el tercer lugar en orden de frecuencia, después del cáncer de pulmón y de próstata; en las mujeres se ubica luego del cáncer de mama y de cuello uterino.
La forma más frecuente de presentación es la esporádica (entre un 94-97%). Un 3-6% se transmiten en forma hereditaria.
Factores de riesgo
El cáncer colónico se genera como resultado de una acumulación de cambios genéticos, relacionados con factores ambientales y dietéticos. Los factores medioambientales tienen un papel clave en el desarrollo de las formas esporádicas; si modificamos algunos de estos factores, mejoramos la prevención. Las dietas ricas en fibras solubles (vegetales y frutas) actúan como elemento protector. Las ingestas altas en calorías, grasas y carnes rojas aumentan el riesgo de cáncer colónico. Por ello, se propicia el reemplazo por pescado o pollo.
Existen estudios que demostraron que las personas que realizan actividad física, tienen menos riesgo de padecer cáncer colónico.
La importancia de un diagnóstico temprano
A pesar de los avances en la prevención y el tratamiento, los índices de mortalidad por cáncer del colon no se han modificado sustancialmente en nuestro país.
Cuando el diagnóstico se realiza en forma temprana, la probabilidad de curación es del 80-90%. De lo contrario, en las formas avanzadas, no se ha logrado una supervivencia mayor al 60% a cinco años del diagnóstico.
Más del 95% de los cánceres del colon se desarrollan a partir de pólipos benignos adenomatosos (adenomas) que generalmente son asintomáticos; rara vez se manifiestan por sangrado u oclusión. De allí la importancia de realizar controles endoscópicos a partir de los 50 años.
También existen pólipos no neoplásicos, que no tienen potencial maligno; se incluyen los hiperplásicos, hamartomas, inflamatorios y agregados linfoideos.
Los síntomas
El cáncer de colon puede ser asintomático o manifestarse por la presencia de sangre en la materia fecal, dolor abdominal, cambio del ritmo evacuatorio, anemia, o por cuadros obstructivos en la urgencia.
El tratamiento
La mayoría de los pólipos diagnosticados se pueden resecar por endoscopía. La extirpación completa permite una biopsia adecuada, para establecer su clasificación y determinar la presencia o ausencia de malignidad.
El tratamiento quirúrgico es curativo en las lesiones neoplásicas tempranas, mientras que para los estadíos avanzados, la cirugía con quimioterapia adyuvante constituye el tratamiento estándar.
La cirugía puede ser convencional o laparoscópica, siendo ésta última de elección cuando las condiciones del paciente lo permiten. Presenta menor dolor postoperatorio, menor íleo, acortando la internación con mejores resultados estéticos, teniendo iguales resultados oncológicos.
Es muy importante trabajar en la prevención, para detectar lesiones asintomáticas y tempranas. Recomendamos realizar controles endoscópicos a partir de los 50 años.
Temas
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