¿Qué áreas del cerebro se encargan de la conducta social? ¿Y de nuestras interacciones con otras personas? La Dra. Marcela Repetto, integrante del Servicio de Neurología de Grupo Gamma, nos explica algunas claves sobre la conducta social, nuestras reacciones, la empatía y su estudio en la Neurología.
No existe una única, ni correcta definición para este concepto. Lo que sí creemos es que debe ser abordado integralmente como toda conducta o accionar del ser humano.
La capacidad de los seres humanos para razonar acerca de la mente es universal, lo que ha llevado a la hipótesis de que existen redes neuronales, en nuestro cerebro, dedicadas exclusivamente al razonamiento social. Por lo cual, si bien existen aéreas o regiones del cerebro dedicadas a esto, lo más importante es la conexión que establecen dichas neuronas.
Varias regiones cerebrales sensibles al estimulo social se proyectan hacia el área orbitofrontal (una de las áreas mas importantes en la modulación de la conducta), entre ellas el surco temporal superior (parte posterior) y la amígdala. El surco temporal superior es una región del lóbulo temporal cuyas neuronas responden a la percepción del rostro humano en movimiento: se activa al percibir el movimiento de los labios y ciertas expresiones faciales. También, es importante para seguir la mirada y darse cuenta si a uno lo están mirando fijo, por ende tiene una gran importancia en la comunicación social. En los adultos, la dirección de la mirada no solo activa el surco temporal superior sino además, el sistema de atención visual del lóbulo parietal: la mirada ajena es una señal que lleva nuestra atención hacia el punto de interés. La amígdala responde a estímulos generando como respuesta miedo, aversión o rechazo.
«Varias regiones cerebrales sensibles al estimulo social se proyectan hacia el área orbitofrontal (una de las mas importantes en la modulación de la conducta).»
Estudios con resonancia magnética funcional han demostrado que la amígdala se activa tanto al ver escenas de peligro como expresiones faciales de miedo. Lesiones en la amígdala dificultan el reconocimiento de la mirada, por lo tanto pacientes con lesiones en la amígdala y autistas no pueden reconocer estas expresiones.
Al ver llorar a un niño, nos acongojamos y sentimos la necesidad de ayudar, creemos comprender lo que le pasa, esto es la empatía. La empatía tiene un aspecto emocional (la congoja) y un aspecto cognitivo (deducir cómo se siente la otra persona). Parecería ser que para entender el dolor del otro, el cerebro hace de cuenta que uno mismo está sufriendo ese dolor. Este mecanismo de simulación es útil para comprender las emociones y las intenciones de la otra persona. Debido a que la empatía contiene procesos emocionales y cognitivos, las patologías con alteraciones emocionales y cognitivas se relacionan con alteración en la empatía, por ejemplo en la demencia fronto temporal, corea de Huntington y el autismo.
La Dra. Marcela Repetto realiza consultas en Sanatorio Los Arroyos y Centro de Neurociencias Los Manantiales.
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