¿Alguna vez te encontraste frente a una emergencia de salud en tu casa, en la vía pública o en un espacio de recreación? Nos pregunta el Dr. Mauricio Perlo, Jefe del Servicio de la Guardia General del Hospital Privado de Rosario. Aunque no seas profesional de la salud, podés cumplir un rol clave en la asistencia inicial de una persona hasta que llegue el Servicio de Emergencias o se acerque a una Guardia Médica.
Brindar Primeros Auxilios significa reconocer signos de gravedad y saber cómo actuar en distintas situaciones, desde lesiones leves hasta episodios que pueden poner en riesgo la vida.
¿Y cuál es la importancia de poder hacerlo?
Actuando de manera rápida podés ayudar a prevenir complicaciones a futuro, colaborar en una recuperación más rápida e incluso, ante situaciones extremas, salvar una vida.
Vamos a ir mencionando situaciones que requieren de poca práctica para poder aplicarlas, hasta otras que necesitan de un entrenamiento específico. Pero antes de introducirnos en esto es fundamental que comprendas que lo primero que vas a tener que evaluar es la SEGURIDAD DE LA ESCENA. Esto implica entender que lo principal es que asegures tu resguardo.
Si involucrarte en el auxilio de una persona te pone en riesgo, lo mejor va a ser que llames al Servicio de Emergencias y esperes. El peor escenario sería que te conviertas en una potencial víctima vos también.
Ahora sí, una vez comprobado esto, afirma el Dr. Perlo, veamos qué hacer.
Traumatismos y Hemorragias
Ante un golpe, caída o traumatismo, lo principal es inmovilizar la zona afectada y evitar movimientos bruscos. Si por causa de ese golpe o algún corte hay un sangrado, presioná directamente sobre la herida con un paño limpio. Esto detiene el sangrado la mayoría de las veces.
Síntomas de ataque al corazón (infarto) o al cerebro (ACV)
Si una persona inicia con dolor en el centro del pecho o del dorso (espalda alta), dificultad para mover parte de la cara, un brazo o una pierna, cosquilleos o adormecimientos repentinos de alguna parte del cuerpo o dificultad para hablar, debe concurrir de inmediato, sin demoras, a una Guardia Médica, idealmente un centro de alta complejidad.
Obstrucción de la vía aérea
Reconocerás el atragantamiento cuando una persona comienza a toser, no logra hablar adecuadamente y comienza a inquietarse. Debés estimular a la persona a que siga tosiendo. Podés reforzar la tos con golpes en la espalda.
Si de esta manera no se resuelve y el cuadro progresa a asfixia la persona ya no podrá toser ni emitir sonidos y aumentará su nivel de inquietud. En estos casos debe aplicarse la denominada “maniobra de Heimlich” que consiste en colocarse por detrás de la víctima y comprimir la parte alta del abdomen (“la boca del estómago”) hasta que logre expulsar el alimento u objeto que lo originó.
Pérdida de conocimiento (está respirando)
Cuando alguien se desmaya o deja de responder, lo primero a evaluar es si está respirando y si responde al llamado. Si está sentado, lo mejor sería deslizarlo suavemente hasta el suelo. Una vez que veamos que está respirando podemos elevar sus piernas unos segundos y ver si se recupera. Si esto es así, deberá acudir a una Guardia Médica para ser evaluado por un profesional.
Si pasado ese corto tiempo la persona no se recupera, deberás colocarla de costado (lo que se conoce como “posición de seguridad”) y llamar al Servicio de Emergencias.
Tener en cuenta que si se trata de un paciente con diabetes, sería muy recomendable poder medir su glicemia con el dispositivo domiciliario.
Paro cardiorrespiratorio (no respira)
Si una persona se desmaya o deja de responder y no respira, hay que llamar de inmediato al Sistema de Emergencias. Las acciones a realizar a partir de aquí requieren de un entrenamiento específico e implican realizar el denominado “masaje cardiaco” o compresiones torácicas. Deberás colocarte al costado de la persona y aplicar presión sobre el pecho a la altura de las tetillas, de forma rítmica.
Si en el lugar hay disponible un Desfibrilador Externo Automático (DEA), realizar las compresiones hasta poder conectarlo. Una vez que el equipo esté en funcionamiento, seguí las instrucciones hasta que llegue el Servicio de Emergencias.
Para tomar conciencia
Desde el año 2000 se celebra el Día Mundial de los Primeros Auxilios cada segundo sábado de septiembre, para concientizar sobre la importancia de divulgar estas habilidades y fomentar su práctica.
Recordá que cada persona capacitada en Primeros Auxilios se convierte en un eslabón de seguridad para su familia, sus amigos y su comunidad.
Temas
Alentamos su participación a través de los comentarios en nuestro blog. De todos modos, no podemos brindar una opinión médica de un caso en particular, sin una consulta personal con un profesional que analice al paciente. Si usted tiene preguntas relacionadas con síntomas específicos, le recomendamos solicitar un turno con un especialista.
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