Quemaduras en época de fiestas: lo que hay que saber para prevenir riesgos graves
Quemados

En épocas de festejos, el uso de pirotecnia vuelve a instalarse como un riesgo evitable. El Dr. Ariel Talarn, coordinador de la Unidad de Quemados de Grupo Gamma, explica por qué las quemaduras no son lesiones menores, cómo actuar ante un accidente y cuándo es fundamental consultar de inmediato a un centro especializado.
Con la llegada de las fiestas, el uso de pirotecnia vuelve a ocupar un lugar central en los festejos. Sin embargo, más allá del componente cultural, es clave tener algo muy claro antes de hablar de prevención: la noción de riesgo.
Muchas veces, desde la comunidad en general, se asocia la quemadura con una lesión leve. Pero la realidad es otra. Las quemaduras pueden comprometer la vida de una persona, sobre todo cuando son profundas o extensas, y dejar secuelas físicas y funcionales permanentes.
Por eso, la primera recomendación es clara: evitar el uso de pirotecnia, afirma el Dr. Ariel Talarn. Desde la implementación de la ordenanza municipal en 2003, se ha observado una disminución en los ingresos hospitalarios por este tipo de lesiones, lo que confirma que las políticas de prevención funcionan.
¿Qué hacer ante una quemadura por pirotecnia?
Si ocurre una quemadura, ya sea por pirotecnia, fuego o cualquier artefacto explosivo, la primera acción es enfriar la zona afectada:
Utilizar agua corriente potable, a temperatura ambiente.
Cubrir la zona con un paño limpio.
Consultar lo antes posible en un centro especializado, para evaluar la profundidad de la lesión.
Es importante aclarar que el hielo está contraindicado. Aunque suele usarse como primera reacción, puede generar una quemadura adicional y profundizar la lesión. De hecho, existen muchos casos de quemaduras causadas por la aplicación prolongada de hielo.
¿Se pueden usar cremas o remedios caseros?
En quemaduras superficiales, cuando la piel está roja, duele, pero no aparecen ampollas, puede utilizarse algún tópico como cremas con vitamina A, aloe vera o caléndula.
Ahora bien, si aparecen ampollas, ya se trata de una quemadura de segundo grado, y ahí la consulta médica es fundamental. En estos casos, el uso de remedios caseros o cremas inadecuadas puede favorecer infecciones y empeorar el cuadro. Muchos mitos sobreviven porque las quemaduras de primer grado como las solares, suelen curarse solas en una semana. Pero ese razonamiento no aplica a las quemaduras intermedias o profundas.
¿De qué depende la gravedad de una quemadura?
La gravedad no está dada principalmente por la infección, sino por dos factores clave:
La profundidad de la quemadura
No es lo mismo una quemadura solar que una producida por fuego directo.
La extensión en el cuerpo
Cuanto mayor superficie corporal esté comprometida, mayor es el riesgo. En estos casos, la quemadura deja de ser un problema local de la piel y puede afectar órganos vitales como pulmones, corazón o riñones.
En situaciones graves, una quemadura puede ser potencialmente mortal.
Tipos de quemaduras
Primer grado: enrojecimiento, dolor, sin ampollas. Ejemplo típico: quemaduras solares. No dejan secuelas.
Segundo grado: aparecen ampollas. Tardan entre 14 y 20 días en curar y pueden dejar marcas.
Tercer grado: comprometen todo el espesor de la piel. Requieren cirugía e injertos de piel.
En las quemaduras de tercer grado, las coberturas sintéticas o biológicas (como piel de cerdo o cadavérica) son transitorias. La cobertura definitiva siempre se realiza con piel del propio paciente.
Zonas del cuerpo que requieren atención inmediata
Existen zonas consideradas “especiales” por las secuelas que pueden dejar:
Cara
Genitales
Zonas articulares
En estos casos, la consulta debe ser inmediata, ya que las cicatrices pueden generar limitaciones funcionales permanentes.
¿Cuáles son las causas más frecuentes de quemaduras?
En niños: líquidos calientes.
En adultos (ámbito doméstico): encender fuego con combustibles como alcohol o nafta.
En el espacio público: quemaduras eléctricas, muchas veces asociadas a la manipulación de cables.
Encender fuego con alcohol o nafta representa un riesgo altísimo, ya que los gases volátiles generan combustiones repentinas y graves.
A modo de conclusión, siempre ante una quemadura, menos es más, dice el Dr. Ariel Talarn, agua corriente, paño limpio y consulta médica. Y, sobre todo, prevenir. Porque cuando se trata de quemaduras, el riesgo es real, las secuelas existen y muchas veces son evitables.


