La Dermatoscopía Digital representa una herramienta eficaz para localizar lesiones melanocíticas (lunares) y detectar cambios sutiles y/o la aparición de nuevas lesiones.
Este método diagnóstico consiste en la realización de un “mapeo corporal total”, a través de la obtención de imágenes de la superficie cutánea en su totalidad y el posterior análisis de las lesiones pigmentarias.
La Dermatoscopía digital amplifica la imagen de forma tal que permite observar estructuras indetectables para el ojo humano. De esta forma, el médico dermatoscopista visualiza dichas estructuras y las analiza según patrones de benignidad o malignidad. Todo esto conlleva una disminución significativa del número de biopsias innecesarias, y, por sobre todas las cosas, permite un control exhaustivo del paciente.
Se trata de un método indoloro y no invasivo, que permite archivar en una base de datos el registro de imágenes, para luego realizar la comparación exacta de las mismas y detectar cualquier modificación que pueda suceder en el transcurso del tiempo. Se requieren entre 20 y 30 minutos para examinar al paciente y tomar las fotografías necesarias. Luego se elabora un informe que es remitido al dermatólogo que solicitó el estudio, quien decidirá la conducta a seguir en cuanto a la extirpación y/o seguimiento de lesiones determinadas.
Es importante destacar que el procedimiento no presenta contraindicaciones y puede realizarse en niños y embarazadas.
Aquellos pacientes que presenten uno o más de los siguientes factores de riesgo:
Toda persona que tiene lunares, debe consultar al dermatólogo si nota:
El estudio se realiza en ropa interior (fundamentalmente en el caso de las dermatoscopías corporales totales )